3.- En esta situación y aunque ya podríamos ponernos con el rodamiento, no tendría sentido abrirlo sin comprobar el estado de las escobillas; extraemos por ello el embobinado simplemente tirando.
4.- Dado que las escobillas se encuentran en perfecto estado, ahora para montar nuevamente el rotor en su lugar hemos de repetir el mismo proceso que con la tapa delantera, pero con la trasera.
5.- Una vez todo limpio, nos valemos de unas puntillas para mantener introducidas las escobillas en su guía. Que no se nos olvide engrasar nuevamente el casquillo donde entra el eje.
