Algunos recordarán (de hace ya unos añitos) que restauré un Porsche 924. Si, ese Porsche que no lleva motor Porsche, que lleva frenos de WV y todas esas tonterías que siempre se dice de este coche...
El problema es que desde que lo paseaba en la carpeta de Matutano cuando era crío es el coche que siempre he querido tener. Y cada fin de semana me arrepiento de haber vendido el mío.
Así que mi mejor amigo me ha regalado uno para que volvamos a salir los 2 juntos (cada uno con el suyo) de paseo como antes.
Es una tartana y necesitará mucho trabajo. Se que no vale la pena hacerlo si la idea es revenderlo y ganar dinero, pero como lo quiero para disfrutarlo me da igual. Es más, contra más tartana sea más divertida será su restauración, jejeje.

Este coche se ha utilizado aquí en la isla para hacer muchas pruebas de regularidad. Le han dado muuuucha caña. Y hasta el año pasado estaba bastante al día de motor.
La parte negativa es que el coche se ha usado para correr sin preocuparse en la estética. Si le daban un golpe, pues pegote de masilla y pintura encima, etc. No se ha invertido dinero en él.
Y claro, ahora llevaba un año en la calle y empiezan a salir las heridas de guerra...


Lleva un huevo de pegatinas a medio quitar y que cuando las quitas se viene la pintura porque se repintó sin lijar...

Necesitaré también algunas piezas (además de la maneta las cerraduras no van, el interior está machacadillo, el motor, bueno... es lo que hay).

El interior, ahhh, eso, el interior, al coche le ha entrado agua y hay una piscina bajo los asientos y el óxido ha soldado los asientos. Ni para alante ni para atrás.
Eso es sólo un ejemplo de cómo está el coche...



Como todos los 924 (este ya es el tercero) que he tenido estoy gafado con la instalación eléctrica. Son años de diferentes dueños y cada uno deja su "premio de regalo", jajaja.
Alarmas, desconectores, audios, y un largo etc.
Esta unidad lleva varios relés por el motor y mucho cableado (supongo que de los faros cuneteros, ahora no están pero han estado), también hay un relé bajo el volante que no tengo ni idea que es, que lleva un botón de conectar y desconectar (posiblemente una alarma porque el capó también hay un sensor). Y luego muchíiiiiiiiiisimo cableado eléctrico que sobra. Dan ganas de arrancar el coche y ponerme a cortar cables hasta que se apague, jajaja.

Y cómo no, el motor:

Dos meses después, el coche ya pasó la ITV (a la segunda):

Y del tirón a darle una sacudida a una carretera divertida, como debe ser:

También un paseito con el 924 de mi compañero después de 2 fines de semana de resucitarlo que llevaba un par de años tirado en mi casa sin arrancarlo:

Bueno, cuando tenga más tiempo empezaré a desmontar el trasto y dejarlo como salido de fábrica, que me tiene que durar muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchos años.
